La chica que me atendió de 10, amable y atenta, las camas cómodas, la ducha genial y el desayuno de fábula. Un peregrino siempre agradece y aquí hay que darle gracias a Dios porque existan lugares como este.
Eva la dueña es súper amable. El albergue tiene lavadora y secadora, imprescindible para peregrinos que estén viajando desde hace muchos días. El desayuno está incluido y muy completo (leche de soja, leche normal, café, cereales, pan, galletas y mucho más). Muchas gracias Eva!
Nuevo, limpio, bien ubicado, sabanas de tela, aseos y duchas bien equipados, desayuno…. Precio a mi entender justo y razonable por lo que ofrece. La encargada de recepción (Eva) muy amable y eficiente. Para repetir.
Más de un hotel quisiera parecerse a este establecimiento. Eva es una hospitalera de lujo, con un mimo y esmero propio de una madre que cuida sus hijos. Tres caminos de corto de recorrido y es el mejor alojamiento con diferencia. Si vuelvo, se donde alojarme. Gracias
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